Almendra

fruto seco de forma redondeada, muy famosa por su aroma y sabor suave.

La almendra es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante.
Otro punto destacable es su contenido en fibra. A pesar de su aspecto seco y homogéneo, la almendra posee una cantidad notable de fibra soluble (10%). Es ideal para estimular los movimientos intestinales y para conferir sensación de saciedad.
La almendra es también rica en proteínas (19 g/100 g), cantidad similar a la de la carne. Por ello en las dietas vegetarianas las almendras y los frutos secos en general tienen una gran importancia.
Además, este fruto seco es una de las pocas fuentes de proteínas vegetales que contiene arginina, un aminoácido esencial para los niños.
El contenido en hierro es otra de las virtudes de este delicioso fruto seco. Cincuenta gramos de almendras aportan una dosis de hierro muy similar a la de las espinacas, claro que éstas son 30 veces menos calóricas. El magnesio, el fósforo y el manganeso también son otros de los minerales que aporta este fruto seco en cantidades nada despreciables.
Las almendras tienen un 52% de grasas. De ellas. Dos terceras partes corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que tomar almendras es muy parecido a tomar aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular. Tanto es así que se ha demostrado que en comunidades que se consumen dosis altas de frutos secos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor.

