Flor de rosas


La rosa es la flor del rosal, que es una planta rústica con fuertes tallos con muchas espinas.
Hay numerosos tipos de rosales: trepadoras, no trepadoras, arbustos, matas y miniaturas.
La hermosa flor posee un atractivo incomparable al que se le suma su suave y exquisito aroma. Su elegancia y belleza hace que sea la más cultivada de todas las flores.
Existen más de cien especies de rosas silvestres.
Las plantas miniatura de flores pequeñas son ideales para los balcones y terrazas, y florecen ininterrumpidamente de mayo a noviembre.
Los rosales se desarrollan mejor en zonas templadas y crecen con más facilidad con inviernos fríos y helados, primaveras suaves, y días con mucho sol en verano.
La planta no debe ponerse a favor del viento, ni tampoco a pleno sol. Aunque puede adaptarse a condiciones adversas de temperaturas y cantidades variables de sol y lluvia.
La poda del rosal evita ramificaciones inútiles que impiden que se desarrollen las flores de forma correcta y que nazcan de calidad.
Los pétalos de las rosas cultivadas también son comestibles y con ellas se aromatizar las confituras o las tartas. Puede caramelizarse para añadir a los pasteles o freírse con huevo para hacer tortillas.
Todas las especies de rosas son comestibles. Sus frutos contienen ingentes cantidades de vitamina C y han sido utilizados en épocas de guerra cuando faltaban las frutas o verduras frescas.
Con ellas se preparan dulces, como la popular rosa mosqueta de Bariloche los pétalos se procesan para elaborar dulces, mermeladas almíbares y confituras. También puedes incorporar las rosas en ensaladas de frutas o en salsas de mariscos. Como pickle se pueden conservar en vinagre los pimpollitos.

