Grosellas

baya ácida de color rojo traslúcido con entre 3 y 10 bayas por racimo.

El grosellero (Ribes rubrum) es originaria de parte de Europa Occidental. La planta es un arbusto caducifolio que suele alcanzar entre 1 y 1,5 m de altura siendo sus flores de un discreto color entre verde y amarillo, organizadas en racimos pendulosos de 4 a 8 cm y maduran produciendo unas bayas comestibles.
Su fruto es la grosella, o más concretamente la grosella roja, también conocida como zarzaparrilla roja, una baya ácida y comestible de color rojo translúcido de entre 8 y 12 mm de diámetro.
La grosella es ligeramente más ácida que su pariente la grosella negra, y se cultiva principalmente para producir mermeladas y platos cocinados, en lugar de consumirse fresca. En Escandinavia se suele emplear en la elaboración de sopas y postres de verano, y en Alemania y en los Países Bajos se usa en diversos rellenos para tartas.
Aunque se suelen atribuir más usos medicinales a la grosella negra, herboristas alemanes y británicos consideran que la grosella tiene propiedades febrífugas, suavemente laxantes, astringentes, purificadoras de la sangre, diuréticas y digestivas. También se dice que favorecen la exudación, facilitan la menstruación e incrementan el apetito. Algunos de estos efectos son probables, debido a su alto contenido en vitamina C, ácidos frutales y fibra. Se dice que el té hecho de las hojas secas alivia los síntomas de la gota y el reuma, que en compresas contribuye a la curación de heridas que tardan en curar, y que haciendo gárgaras ayuda en caso de infecciones bucales.
Aunque la grosella y la grosella negra son originarias del norte y este de Europa, las primeras grandes plantas cultivadas de grosella aparecieron en Bélgica y el norte de Francia en el siglo XVII. En la actualidad existen numerosas variedades cultivadas; algunas de ellas han escapado de los jardines de cultivo y se pueden encontrar en estado silvestre por toda Europa, y extendiéndose en Asia.


