Longan


El longan tiene su origen en la India oriental. De aquí, se expandió su cultivo al resto de Asia, especialmente en China donde los frutos secos de longan son muy apreciados.
El longan pertenece a la misma familia de los litchis, pero son frutos diferentes. De hecho, el aspecto, el aroma y el sabor son totalmente diferentes. Es un fruto más pequeño que el litchi, su aroma es más débil que del litchi y su sabor ligeramente ácido pero dulce. El longan también es conocido en Asia como el ojo del dragón, debido a que la semilla tiene un color marrón brillante con una mancha blanca en el centro que se asemeja a un ojo.
El longan es una fruta muy apreciada en Asia. Se utiliza con frecuencia en ensaladas de frutas y de verduras. Además se elaboran deliciosas salsas que después sazonan platos de carne y de arroz. En China los longan secos o desecados son muy apreciados. También son utilizados para elaborar una especie de vino muy similar al jerez o al oporto.
El punto fuerte del longan es su vitamina C. Sus índices de vitamina A no son despreciables. También aporta minerales como el fósforo, potasio, hierro, cobre y magnesio. Posee además las siguientes propiedades:
Propiedades tonificantes. Alivia el dolor de estómago.
Propiedades calmantes. Actúa en el sistema nervioso, bajando la ansiedad y el nerviosismo.
Mejora la capacidad cognitiva. Mejora la memoria.
Alivia el estrés.
Previene y combate la anemia.
Mejora la cicatrización de las heridas.
Tiene propiedades antioxidantes. Elimina los radicales libres del organismo.
Retrasa los efectos del envejecimiento.
Mejora el sistema inmunológico.
Aumenta los niveles de glóbulos rojos en la sangre.
Previene y alivia los síntomas de los resfriados y de los estados gripales.
Tiene propiedades antisépticas.
Aumenta la absorción de hierro en el organismo.

