Membrillo

fruta de color amarillo, sabor dulce y textura suave.

El membrillo es una fruta propia del otoño que se consume tras la cocción. Conoce los trucos para su conservación, su uso en la cocina y sus propiedades nutricionales.
El membrillo es la fruta carnosa de color amarillo dorado que se obtiene del membrillero. Presenta una superficie cubierta por una borra algodonosa y una pulpa, amarillenta y áspera, que contiene en su interior semillas mucilaginosas. Esta pulpa es muy aromática, con un delicado aroma a miel, pero su sabor es muy ácido, lo que hace que generalmente no se consuma el membrillo crudo.
El membrillo es nativo del oeste de Asia, de la zona caucásica, y se viene cultivando desde muy antiguo. Llegó a España a través de Grecia e Italia, donde era muy estimado; de España se exportó a América.
Antiguamente se pensaba que los membrillos eran un tipo de manzana. En un principio se consumían principalmente asados con miel y una buena capa de harina; ya con el descubrimiento y el mayor empleo del azúcar, empezaron a elaborarse membrillos confitados. En la Edad Media se empleaban no sólo como alimento, sino también como remedio eficaz contra la diarrea.
Tipos de membrillo:
Existen diversas variedades de membrillo que se diferencian por su sabor, consistencia, época de maduración y forma. Además, también se denomina membrillo al fruto del membrillero de Japón (Chaenomeles speciosa) por su similitud con el verdadero membrillo, a pesar de pertenecer a un género botánico distinto. Este fruto presenta una piel lisa de color verde amarillento, es aromático y de sabor incluso más ácido. Frecuentemente se mezclan estos frutos con manzanas o peras para obtener mermeladas de sabor fuerte y agradable. A pesar de su nombre, se trata de una especie originaria de China.


